El caserío está en el barrio Ametzola del valle de Zeberio, casi en el limite del parque natural del Gorbea y a unos 25 kilómetros del museo Guggenheim de Bilbo. El caserío fue construido en el siglo XVI, rehabilitado posteriormente debido a un incendio sufrido en el siglo XVIII como vivienda bifamiliar y reconstruido totalmente debido al estado de ruina que tenía cuando lo compramos hace aproximadamente 25 años.La imagen que nos trasmite nos retrotrae al menos 100 años, existe un alto grado de confortabilidad con calefacción central, agua caliente al instante, gran aseo ( 3 a 6 m ) con amplia ducha de hidromasaje, inodoro, lavabo encastrado y radiadores toalleros en todas las habitaciones. Los colchones y las almohadas elegidos son ortopédicos y tanto ellos como los edredones nórdicos llevan un tratamiento antiácaros. La sala está equipada con cómodos sofás, existiendo dos ambientes, en uno de los cuales está instalado un fuego bajo calefactor totalmente hermético con lo que se puede disfrutar de la visión del fuego sin la incomodidad del humo.El paisaje que se observa desde la casa es privilegiado dominando la vista de una parte importante del valle de Zeberio con el parque natural del Gorbea al frente (sur), Parte del esplendido valle de Arratia al este, las peñas del parque natural de Urkiola en el fondo este y los montes que rodean Bilbo por el oeste.En un número de días nada desdeñable a lo largo del año amanece el caserío encima de un mar de nubes que cubre el fondo del valle, durando dicha visión de montes en el horizonte con un mar de nubes debajo durante un periodo de tiempo superior a una hora.Asimismo podemos disfrutar de fauna salvaje, sobre todo aves, e incluso de forma ocasional podemos toparnos con erizos, zorros, jinetas, ardillas... u observar buitres intentando coger altura.